Hace muy poco nos enteramos de la existencia de una muy linda iniciativa, que se realiza en México, llamada "Paseo a Ciegas", y nos parece interesante que uds. también la conozcan con la intención de que podamos repetir esta increíble experiencia aquí en Chile.
Paseo a Ciegas, consiste en pasear de manera gratuita a personas con discapacidad visual en bicis tándem (dobles) aprovechando los cierres dominicales de ciertas calles en México. De esta manera brindan al paseante seguridad en un espacio humanizado, es decir, un espacio abierto a los peatones y a los ciclistas.
A continuación los dejamos con una nota realizada a esta agrupación en el diario Universal de México.
“Aprendes a confiar ciegamente”
Una docena de ciclistas se dieron a la aventura de un paseo nocturno
El viernes pasado se realizó la primera rodada nocturna a ciegas, en la que participaron invidentes en bicicletas tándem (Foto: PEDRO MERA EL UNIVERSAL )
Domingo 17 de octubre de 2010 Rafael MontesEl Universalrafael.montes@eluniversal.com.mx
En el rostro del “señor Humberto” se dibujó una sonrisa cuando viajó sobre la bicicleta tándem, detrás del entusiasta Demián Gil, responsable de la rodada nocturna del Paseo a Ciegas del viernes, el primero realizado de noche por calles transitadas.
El “señor Humberto”, como le dice Demián a su acompañante, es un niño invidente de 12 años de edad. Pero no tiene límites. Además del ciclismo, a Humberto también le gusta nadar. “¿A quién le gritas ‘vámonos’?”, preguntaba Humberto a Demián cuando, después de un semáforo en rojo, los ciclistas que los seguían debían continuar su marcha por la Condesa, la Roma y el Centro, durante la edición nocturna del Paseo a Ciegas, cuyos organizadores salieron de lo rutinario del domingo por las mañanas y se aventuraron a rodar de noche, a petición del grupo de invidentes.
“Fue por inquietud de ellos, de salir más allá de Reforma y de los domingos, donde pueden dominar el terreno; ellos tienen inquietudes de ir distancias más largas”, dijo Demián Gil.
Así, desde la Diana Cazadora, unas 15 bicicletas tándem recorrieron la ciudad de México rumbo a la calle de Regina, en el Centro Histórico. Los autos, aunque impacientes, respetaron el avance de las bicicletas dobles. Fue un desfile lleno de sonrisas, de compañerismo, de trabajo en equipo e integración.
“Aprendes a confiar ciegamente, así, literal, en tu acompañante”, explicó Claudia Martínez, quien participó como guía en la rodada, en la que Raúl López no se cansaba de tomar fotografías a su alrededor, ni la señora Lolita, de ir saludando a quienes escuchaba que pedaleaban junto a ella y su guía.
Raúl perdió la vista a los 18 años por un glaucoma, pero a sus 35 está convencido de que sus fotografías transmiten algo. Cuando se percata de que hay gente frente a él, toma su cámara, la dirige hacia las personas, la acerca a su oído para escuchar el obturador y dispara. “Sólo la ceguera mental es una barrera”, es la lección aprendida con el grupo Ojos que Sienten.
Para Darío Ordóñez fue la primera rodada nocturna. “La experiencia es buenísima, es maravillosa”, opinó. Darío es músico. Tiene 40 años. Perdió la vista a los 19, pero con ayuda de su novia disfruta la bicicleta.
“Diez años después de haber perdido la vista, compré una tándem, pero a mis parejas de ese entonces no les hacía ninguna gracia rodar conmigo, hasta que mi actual novia me lo propuso”, confesó el jovial hombre. Su novia, contó Darío, “quiere aprender de mí, más que enseñarme; en la noche, ya no prende las luces, ahora vive tocando, se está sensibilizando”.
Pueden enterarse más de PASEO A CIEGAS, en su espacio en Facebook
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